martes, 31 de marzo de 2009

¿un poquito más?



Me encontraba en la mesa de la casa de T cuando su mamá me pregunto:

-Angelito ¿y a ti que plato te gusta?- dijo mirándome a los ojos.

-mmm...- trataba de masticar lo más rápido posible -...pues de chico me gustaba la carapulcra- dije mientras T  me miro de reojo. Y fue cuando entendí la enorme burrada en la que me había metido mientras miraba el enorme plato de carapulcra que la señora me había servido.

- ...pero tengo un trauma con la carapulcra...- intenté arreglar. Y es que era verdad lo que le iba a decir, aunque para T e incluso para su mamá, sonaba como un floro piadoso.

-...en cada reunión familiar que había en mi casa siempre hacían carapulcra, y de tanto en tanto me termino por aburrir- culminé. y Ambas me miraron.

La mamá de T me miraba a los ojos y yo por segundos los esquivaba para mirar mi plato de carapulcra casi vació. Y justo cuando pensé que me había librado de aquel bochorno, su mamá me dice:

-...angelito ¿deseas más?- dice mirando mi plato vació.

- no señora no se moleste- digo poniendo mi cara de niño bueno con una sonrisa que decía: estoy lleno.

-...ahi no! si todavía hay en la olla...un poquito mas- insiste.

- no señora de verdad....- suplico.

- ahí un poquito más...¿si?- culmina al mismo tiempo que se pone de pie.

-...ohh, ok esta bien- le digo mientras la señora se lleva mi plato a la cocina y yo sigo con mi sonrisa estúpida rogando para que se apiade de mi estomago a punto de reventar.

T me sonríe y yo pienso que con tal de estar a su lado me comería hasta 3 platos (no más).


jueves, 19 de marzo de 2009

Eran las 7 de la mañana


Y  uno por uno al matadero.



Me dieron la visa!!!

miércoles, 18 de marzo de 2009

Recuerdo de ser un rock star (parte 1)

-¿mamá!, me compras una guitarra?- le dije a mi mama con mi voz de adolecente a los 13 años.

-mmm preguntaré a tu papá. Aun que creo que no le gustara la idea- me dijo.

Y es que mi papá pensaba que si llegaba a coger algún instrumento musical tendría 95 % de provabilidades de que me vuelva músico; y no solo eso si no de depender de la vida haciendo música. El problema era que la poca comunicación que tenia con el, no le hacia dar a conocer que solo era un hobbie, un solo sueño de adolecente.

El grupo era: D en la guitarra (aveces principal aveces de acompañamiento) A (aveces principal aveces de acompañamiento) M el baterista y yo....el vocalista.

Si, cantaba o al menos eso creía yo. Y fue en ese momento de mi vida donde mas me divertí y fui adolecente. íbamos a ensayar a un supuesto estudio que era del amigo de mi hermana, el lugar era una habitación más de una casa salvo que las paredes estaban cubiertas por tecnopor y esponja; las paredes por fuera tenían millones de garabatos con plumones o con spray que eran casi ilegibles. Eso tal vez, no importaba, total! nosotros solo íbamos a tocar.

Fue en esa época donde empecé a salir más seguido de la casa, donde conocí mucha gente y amigos, donde me volví popular, fue en esa época donde tuvimos nuestra primera tocada.

Fue totalmente sureal y no miento al decir que me sentí un verdadero rock star. Nos invitó una amiga que conocimos no recuerdo donde, que estudiaba en un colegio de mujeres en el centro de lima. Así que no recuerdo como pero nos dieron autorización para poder tocar. Al llegar y subir al estrado ( que era un minúsculo rectángulo) mis oídos se taparon al escuchar el ruido de un ejercito de féminas gritando. Y al escuchar el primer acorde de guitarra los gritos se intencificaron, nos tiraban pulseras, binchas y colets de todo tipo hasta que después de 4 canciones bajamos del estrado y muchas de las chicas que  seguían eufóricas nos seguían hasta la puerta del colegio y nos pedían nuestros correos. Era una total locura.

Pero no se que fue lo que paso, tiempo después el grupo se disolvió y cada uno siguió por su lado. Cuando cumplí 18 mi madre por la mañana me dijo que me iba a comprar una guitarra. Y ahora la tengo aquí al lado de la computadora, esperando que algún día toque sus cuerdas.


martes, 3 de marzo de 2009

ya son las 8 am



Eran las 4 y 45 de la mañana. No podía dormir. A esa hora no se escucha nada de nada, aun así a lo lejos un perro aulla y algún auto corre velozmente por la avenida. Pero de pronto algo me quita totalmente el sueño - hay algo en el techo- me dije con voz rápida y tratando de hacer el menor ruido posible estiro la mano hacia la mesa de noche y tanteo con cuidado el celular.

Logro encender la linterna torpemente enfocándola hacia el techo...solo se ve el foco redondo brillando como la luna por efecto de la luz de la linterna del celular.

Y lo que antes me pareció solo un ruido como de golpe, ahora se había vuelto una oleada inaudita de pequeños golpecitos. No era algún extraño monstruo ni nada fantasmal, era una simple llovizna.

Intento dormir, pero los golpes se hacen mas fuertes. Me imagino a las pequeñas gotas de lluvia golpearse fuertemente contra la calamina de mi techo y aquella perspectiva me causa risa. No puedo evitar sonreír cuando de un momento a otro escucho desde mi cocina el ruido que se hace al jalar una silla al sentarce. Me incorporo sin previo aviso y me asomo por la ventana, lastimosamente me doy con la sorpresa que no logro ver nada.

Maldigo interiormente todas aquellas veces que de niño veía televison muy de cerca y ahora estoy sometido al castigo perpetuo de usar lentes de contacto.

Aquel sonido me deja frio de miedo, al parecer no hay nadie en mi sala - rateros....- pensé y recuerdo la primera vez que entraron unos individuos a mi sala desde el balcón que da a la avenida.

Sacudo la cabeza y vuelvo a asomarme por segunda y ultima vez, esta vez me quedo 5 minutos esperando ver algo, pero no se ve movimiento alguno. Miro el celular y ya son las 5 y 21 de la mañana. Afuera se escucha el ruido de los autos que empiezan a andar con mas fluidez.

Me tumbo sobre la cama pensando en el motivo del ruido en la cocina. Sin éxito me quedo dormido pero ya son las 8 de la mañana y ya no puedo dormir.