lunes, 21 de septiembre de 2009

"En el culo del mundo"



Llego corriendo a la área de Zootecnia de la universidad, a lo lejos reconosco un rostro familiar y me siento algo aliviado al saber que al menos no tendré clase con gente desconocida.
Todos están rodeando un pobre y asustado ternero que no para temblar. Al llegar la profesora (a la que llamaremos la bruja) me mira de arriba abajo. Abre la boca, pero la interrumpo - lo siento, se me fue el bus de la universidad- miento.

Sigue sin quitarme la mirada.

- Ah se te fue el bus de la universidad, pues yo lo único que quiero en mi clase es que todos aprendan las cosas que todo veterinario zootecnista debe saber. Todo este tipo de cosas son muy importantes, si por mi fuera que no me paguen por ser lo que soy por que ser veterinaria y enseñar, es mi hobbie- hasta ese punto todos están callados y en nuestras cabezas pensamos: Ni fregando se negaría a recibir una paga por dar clase y perder su tiempo con nosotros - es mi pasatiempo favorito y no lo cambiaría por nada, así que yo tolero cualquier cosa menos la tardanza - termina y sin dejar de mirarme a los ojos le digo - ok, esta bien- vuelvo a mentir.

La bruja cree que soy uno de esos pituquitos mas a los que enseña, seguro piensa que vivo en la Molina, o Surco , o Miraflores, como ella quizá. O que tal vez tengo auto propio, o mi papá me deja en la puerta de la universidad en su carro, como quizá alguna vez a la bruja la dejaron siendo estudiante. Piensa la bruja que yo vivo a 10 minutos tal vez de la universidad y que vivo en un mundo sin trafico, como en el que tal vez ella vive.

Pero seria absurdo decirle que no habían combis en mi paradero de San Juan de Lurigancho. Que tal vez no me cree si le digo que todas pasaban llenas y que por mas tarde que sea, no pienso subirme a una combi mostrando el trasero por la ventana donde se pueden jalar mi billetera. La bruja no sabe que tengo que tomar 3 carros. Si, no uno ni dos, TRES!. Pienso ,que ella debe estar de mal humor por que desayunó, por eso, me atrevería a decirle con todo el descaro del mundo que ya somos dos y que mientras me hablaba se me antojaba una hamburguesa de solo ver pura vaca a mi alrededor. La bruja no entendería que vivo en "el culo del mundo" (como dice la mayoría).

Pero todo eso me lo aguanto y la bruja sigue dando cátedra sobre vacas, mientras el pobre ternero me mira con sus ojos negros.

A la semana siguiente la bruja no fue a clase, quien sabe por que, algunos decían que tuvo conferencia en San Marcos. No llamó para avisar que no iría. Creo que a eso se refería con que ser profesora era solo su hobbie.

ps: Este es otro post programado, quiere decir que si funciono eso de programar los post. Si están leyendo esto es que probablemente llevo mas tiempo de lo esperado fuera de la blogosfera y quien sabe que me habrá pasado.
Para eso hay una pequeña encuesta en el lado derecho que revisare algún día, cuando pase por aquí de nuevo.
un saludo a cada uno, donde quiera que yo esté.

viernes, 18 de septiembre de 2009

La llamada

Estaba en walmart comprando con mi hermana cosas para mi viaje de retorno a lima, cuando de pronto suena su celular.

Nos miramos y ella contesta, se pone seria, casi ni se inmuta, me asusta. Y yo, me asusto también. Es mi padre.

Pensando que esta vez cayó en cuenta (y estando aun mas despierto) de la tremenda irresponsabilidad que había cometido su hijo al "lavar" su pasaporte me imagine que tal vez me llamaba para decirme lo peor, lo inesperado, la estocada final de mi mal día. Mi hermana me pasa el teléfono.

-Hijo- me dice.

-Dime- le digo temeroso (la verdad me cago de miedo).

-Tus amigos, cuando vean tu pasaporte, van a pensar que te has regresado cruzando la frontera- y comienza a reírse.

Yo rio también y mi hermana me mira confundida.

PS: esta es una entrada programada para salir en el plazo de 10 días. Quiere decir que tal vez ando ocupado, estudiando, olvide la clave del blog, me hackearon, me fui de vacaciones, me abdujeron los aliens, perdí la memoria, etc.
Un saludo a cada uno, donde quiera que yo este.

lunes, 7 de septiembre de 2009

De retorno


Son las 9 am, sábado, un bello día. Tocan la puerta de mi cuarto, es mi hermana quien sonriente entra al cuarto. Dice que lavara la ropa y yo para no parecer tan malagradecido le digo que preparare el desayuno. Ella acepta y sin mas que decir se pone a revolver entre la ropa sucia que estaba en una esquina, al lado de mi maleta.

Cojo el pan de molde, preparo una tortilla y pongo el café, mi hermana esta en el cuarto contiguo frente a la lavadora. Y mientras veo como afuera el sol cae sobre el grass, disfruto de mi ultimo día en estados unidos.

De pronto, Escucho un grito, es mi hermana. Viene corriendo con algo entre las manos que no logro distinguir si no hasta que esta lo suficientemente cerca. Es mi pasaporte.

El pobre está todo arrugado, mojado, destrozado y casi ilegible. Mi hermana cambia de cara y comienza a reprochar mi irresponsabilidad, mi descuido y muchas otras cosas más que tal vez no quiere decir, pero al fin de al cabo, las dice.

Ponemos el pasaporte al sol fuera en el jardín. Nos sentamos a desayunar pero, al menos a mi, ya se me había quitado el hambre. Termino el desayuno con desgano y voy corriendo a mi cuarto a buscar ayuda en internet.

Logré contactar a la embajada de Perú en Miami, pero no me dieron solución (en realidad creo que les pareció totalmente tonto el asunto de mi pasaporte y no me hicieron mucho caso). Así que hice lo único que pude hacer en ese momento, llamar a mi padre.

Me contesta con voz ronca y aturdida, me pregunta que hora es. - Son la 1 de la tarde- le digo mirando el reloj. Me dice que ha trabajado hasta tarde, yo le cuanto lo ocurrido.

Parece no inmutarse o tal vez aun sigue dormido y no me esta haciendo caso, pero me dice que no hay problema con eso, cuelga. En el fondo tengo miedo, pero ya me siento aliviado de haberle contado lo ocurrido.

A la mañana siguiente ya en el aeropuerto, la recepcionista no puede creer lo que ve cuando me pide el pasaporte, aun así hace lo único que podía hacer en ese momento. Reírse.

Y yo también reí, pero de alivio.

PS: si alguna vez viajan, por favor, cuiden su pasaporte como si fuera oro. Yo tuve suerte por que tengo tarjeta de residencia, pero otro hubiera sido el post si solo hubiera tenido pasaporte y este se hubiera arruinado.
PS2: no se ve bien, pero el pasaporte esta arruinado.
PS3: no tengo la cámara en la mano así que esa foto esta tomado de la cam de la laptop.

martes, 1 de septiembre de 2009

Entre sábanas

Entre Sábanas Verdes
Podía sentir la respiración de T en mi pecho, nuestros corazones volvían a latir despacio, la piel se nos ponía tibia, nuestros cerebros entumecidos por lo que acabábamos de hacer.
Le acaricie el cabello enredando mis dedos entre sus rizos, la abrazaba como para no dejarla ir, mientras que con la otra mano rosaba sus rosados labios.
Yo observaba sus párpados cerrados y notaba que su piel se veía hermosa a pesar de ser invierno en la ventana. Y me sentí muy enamorado en ese instante.
Quería nunca dejar de estar allí, quería quedarme como estatua y vivir ese momento por siempre y para toda la eternidad.
Quería siempre verla en mis brazos.
Las sabanas se removieron y ella abrió los ojos, alza la cabeza y me sonríe iluminando toda la habitación. Yo no contuve y la bese despacio, hasta que se alejó un poco y mirando a la pared me pregunta si la amaba de verdad.
Hasta las estrellas, le respondí mirándola a los ojos.
La tome de la mano y le prometí que nunca le haría daño, que siempre la protegería de todo, que no dejaría que nada nos separe, ni el tiempo ni la distancia.
Ella me creyó y yo, por dentro, repetía lo que acababa de decir varias veces para nunca olvidarlas.
Me volvió a besar, nos volvimos a amar.
Nos hicimos cosquillas, nos revolcamos por entre las sabanas, dando vueltas, rosando nuestros cuerpos desnudos.
Yo me retorcía de alegría y ella gozaba con cada sonrisa mía.
Al final nos abrazamos por mucho tiempo mirando el techo como si no nos importara nada más que estar entre aquellas sabanas.
Ella no se dio cuenta pero yo me sentía realmente feliz de estar a su lado.
- ¿Fue como te lo imaginabas? - me pregunta de pronto.
- no... - le digo al mismo tiempo que noto su mirada extrañada - ...fue mucho mejor -
Y reímos mientras volvíamos a recordar lo que habíamos hecho, como dos niños que repasan una travesura realizada.

Les debo la imagen

ps: No se por que pero el texto todo me sale junto , intente varias veces de ponerlo y volverlo a poner y nada, asi que me dio colera y ya ni modo. Disculpas si la lectura de este post les fue dificil.