miércoles, 29 de diciembre de 2010

El día que recuperé la fé


De niño perdí fé en lo divino (que en ese tiempo nos hacían creer en el colegio que dios era bueno y gentil), de tantas veces y que en cada navidad pedir tener a mi padre conmigo. Y por mas triste e iluso que paresco, nunca se me cumplió aquel deseo navideño. Por eso no me gusta la navidad.
En cada cumpleaños al apagar las velas, volvía a pedir lo mismo. Y nunca pasaba.

Cuando aún se podían ver estrellas en el cielo aburrido de Lima, buscaba la mas brillante de entre todas. Le pedía y rogaba con los puños cerrados lo mismo de siempre, pero nunca se cumplía.

Deje de rezar, al darme cuenta que mis plegarias no eran escuchadas.

No piso una iglesia y mucho menos escucho una misa completa desde que tenia 16 al dar mi confirmación.
Entre en una etapa en donde mi enojo por lo divino se reflejaba en el desprecio y absoluta repulsión hacia aquello que nunca me escuchó.

Y así pasaron años hasta el mes de mayo de este año. Cuando mi abuelo estaba convaleciente en una cama fría de hospital.

Recuerdo haber entrado a una capilla junto a mi madre quien siempre reza y va a misa cuando puede. Ambos nos persigamos al entrar, fue extraño volver a reencontrarme con aquella imagen en la pared, imponente.

Nos pusimos de rodillas y empezamos a rezar. Rezar es algo que uno nunca olvida, así no lo hayas hecho en mucho tiempo. Algo así como montar bicicleta.

Mi madre llora y la escucho murmurar: "no te lo lleves"

Me da pena y se me rompe el alma; junto ambas manos y pidiendo con todas mis fuerzas le digo a la imagen que nos obserba desd elo alto de un pedestal: "Yo que siempre espere algo de ti y nunca lo hiciste, ahora te pido por ultima vez esto...no te lo lleves, aun".

A los dos días mi abuelo fallece. Y cuando veo a mi madre entre lágrimas, ella me dice casi gritando: "¿Por que se lo llevo?!!!"

Yo le respondo: "Porque le gusta ponérnosla difícil"


PS: fácil y este es el ultimo post del año, disculpen si no actualizo como debiera, pero ando en otras cosas pero trato de no olvidar este espacio tan personal y tan publico a la vez. Que hayan tenido una grandiosa navidad y que el año que viene sea mucho mejor que este 2010 que se va (por fin).

Un abrazo y gracias por seguir leyendo

lunes, 13 de diciembre de 2010

8 Meses depués


Voy mirando el paisaje que se apaga por la luz de la noche, por la ventana. Al otro lado del pasillo del bus un señor gordo duerme como si no hubiera dormido nunca en su vida, lo envidio. A mi me duele un poco la espalda y tengo adormecidas las piernas, el nextel duerme apagado a mi lado durante todo el viaje.
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Al llegar a la agencia en Lima, no recibo bienvenida alguna, mucho menos alguien que me recoja, o que me salude con la mano, incluso alguien que me diga: que tal tu viaje? . A pesar de todo y pensando en una respuesta (que tal mi viaje?, pues cansado y aburrido), salgo hacia la oscura avenida, no puedo llamar a nadie porque no tengo batería en el nextel desde hacían dos días. Así que me limito a tomar un micro que pasaba inoportunamente por la esquina.
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El viaje a sido, a pesar del tortuoso tramo de lima a la libertad, del todo relajante e incluso llegué a sentir que había bajado de peso, lo cual es mentira. Lo que si es verdad, es que tuve tiempo para mi y así sacar de mi mente pensamientos oscuros, que días mas tarde volvería a recuperar.
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A la mañana siguiente y supongo que por el cambio de clima (trujillo tiene un clima hermoso) amanecí con dolores de estomago y no tuve el valor de ponerme en pie durante varias horas. Recordé que tenia clases y deberes pendientes, pero todo eso parecía lejano, casi olvidado, quise teletransportarme a trujillo. Pero pensé que mis problemas no eran tan graves como parecían.
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Ya por la tarde y revisando mi correo por primera vez desde que me fui de lima, veo un correo que me asusto, decía:
Angel!, te hemos estado llamando todo el fin de semana,
la mamá de mili falleció el sábado y ayer fue el entierro.
Me quede helado y en ese momento no hice nada mas que ponerme de pie y volver a sentarme, como si quisiera hacer algo que estaba fuera de mis posibilidades.
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Recuerdo haber pensado en aquella tan amable señora, recuerdo cuando fuimos con amigos de la universidad a la casa de playa, recuerdo que nos atendía como a sus hijos, recuerdo sus bromas y su sonrisa. Recordé haberla mencionado en un post que escribí cuando visité su casa de playa hacen 8 meses.
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Me di cuenta de la ironía de la vida.


Post dedicado a la mamá de Mili





PS: Si se confundieron al leer este post, pues en resumen: la mamá de una gran amiga, de quien escribí en el post anterior, falleció y fue sorprendente para todos pues la señora era demasiado buena. De esas personas que piensas que van a vivir 1000 años. Se merece el cielo.