miércoles, 12 de diciembre de 2012

La promesa

-Hola...- me dice.

-Hola- le digo y le doy un beso en la mejilla, puedo notar su aroma - tengo que ver unas cosas de la matricula, no se que pasó- le vuelvo a decir.

Con un "no te preocupes" y al ver que la fila de espera para ser atendido era larga, su mirada cambia y mira hacia cualquier otra cosa que no sean mis ojos.

-¿Como has estado?- pregunto.

-Bien- me dice mirandome y luego volteando la cara. Coje el celular. -¿Y tu?- pregunta.

-¿Yo? bien, estresado por este tramite- le digo.

Luego nuestra conversación se basa a lo desastrosa que es la matricula en la universidad, el desorden y esas cosas que dan ganas de mandarlas por un tubo.

En eso llega un amigo y juntos se van a una banca para charlar, dejandome a mi haciendo la cola.

Esta vez cojo yo mi celular y reviso mis mensajes. Específicamente los de ella. 
Hoy en día no recuerdo muy bien lo que decían esos textos, pero me vienen a la mente palabras como: Hablar contigo, te extraño, cuando llegues a lima. 

Yo volteo a verla, y, por alguna extraña razón, ella también estaba mirandome. Le sonrío y ella también sonríe.

En ese momento pienso que esa es una de las cosas que me encantaban de cuando estaba con ella, esa capacidad de leernos las mentes y hasta decir las mismas cosas al mismo tiempo. Fue genial ese momento.

Quizá eso fue lo que me cegó de todas mis dudas y problemas sin resolver con ella. Esa necesidad de tapar el sol con un dedo. Pero en fin.

Pasaron las horas y creo que ninguno entro a sus clases respectivas, nuestro amigo se va y nos quedamos solos conversando. 

Caminamos hasta una tienda. Yo contando un resumen de mi viaje, de como tome clases de tabla, de la gente que conocí, etc. Ella parecía no prestarme atención, al parecer sus vacaciones no habían sido tan divertidas. O al menos eso me hizo creer ella.

Nos besamos, fue inevitable. Yo tenia mucha pena y un corazón roto. Y ella... ella no se, nunca lo supe. O almenos creo saberlo. 

Pero fue hermoso, fue como cuando nos besamos por primera vez, ambos sonreímos como niños, con nerviosismo, como pubertos recibiendo un primer inolvidable beso.

La tome de la mano y le acaricie el rostro. Nos abrazamos una eternidad.

-No te vuelvas a ir- le dije.

-No lo hare- me dice y nos volvemos a besar.

Los días pasaron y yo pequé de sincero, de muy honesto. Pues aveces cuando una persona esta en falta tiene la necesidad de reparar el daño. En nuestro caso fue al revés y fui yo quien se encargo de no hacerla sentir mal, frente a mis amigos, frente a nuestro grupo, en la universidad. Lo que paso... ya fue, le decía; pero ella parecía seguir viviendo con un remordimiento inmenso. Y lo peor era que yo lo notaba. Que yo sabia todas sus mentiras.

Quizá algo de culpa tengo, por confiar tan rápido y dejarme envenenar con medias verdades. Quizá si tengo la culpa, por querer recuperar lo irrecuperable. Quizá fue enteramente culpa mía por correr sin antes empezar a caminar otra vez y dejarla entrar a  mi fracturado corazón.

Pero así se dio. Y ella no aguantó, nunca supe muy bien lo que pasó con ella. Su mirada, a pesar de la oportunidad que le di, nunca volvió a ser la misma, ni su risa, ni su manera de ser. Se perdió.

Y volvió a pasar lo de la ultima vez. Con mentiras, se alejó.

Y no reclamo que se haya ido, pues quizá ella mentía por no hacerme daño, pero yo hubiera preferido una verdad a una mentira. Al fin y al cabo, me merecía una explicación después de todo lo que pasamos, después de mi plena sinceridad y confianza.... después de haberlo apostado todo por ella.

Sin embargo todo fue exactamente como la ultima vez.

La ultima vez que escuche su voz fue por teléfono, nunca la había escuchado así, gritandome como si yo hubiera tenido la culpa de algo, reclamando, justificando sus faltas, restregandome lo imbécil que era, lo inepto, y muchas otras cosas más que probablemente si sea. Me pregunto ahora si ella hubiera sido capaz de decirme todo lo que me dijo en mi cara, si hubiera tenido la decencia de mentirme mirandome a los ojos. Al colgar, mi mamá toca la ventana de mi habitación. -Ya esta la comida- dice luego de un segundo de silencio.

Pasaron los días y las semanas, siempre esperando una llamada (como antes de mi viaje), hasta que un día, simplemente, deje de esperar.

Y aquí me tienen... mucho tiempo después de todo eso, ya es casi fin de año. Obligado a continuar. Pues creanlo o no, me quede a medio camino. Es raro esto de ya no estar con ESA persona, sobre todo después de tan fuerte conexión, de tantos momentos sinceros y que por una mentira todo se viene abajo y pones en duda todo lo vivido.

Aveces trato de estar bien y lo logro con éxito, otras no.

A veces tan solo recuerdo la promesa que me hice en Ecuador: "Siempre hay que ganarle a la adversidad" y sigo mi camino.

La terminal

Creo recordar bien claramente lo siguiente que le dije a mi hermana: sabes, este año es mi año, habrán muchas cosas buenas, dicen que es mi año de cambios y se que serán cambios buenos, sabes. Estoy ansioso por que sea ya 2012, ya merezco por fin un año bueno, sabes.

Recuerdo que mi hermana se ríe, pues ella siempre cree que todo lo digo en broma. Pero no fue ese el contexto con el que quise hablar. Yo hablaba muy enserio. Dice: Que buena hermano.



...Meses después en el terrapuerto de Guayaquil - Ecuador.


¿En que momento se jodio mi vida? me pregunto mientras intento distraerme con la gente que pasa apurada hacia las terminales. Llevo como 3 horas de las 5 que faltan para subir al bus que me lleve a mi pais.

Fue allí sentado, durante 5 horas, que pienso en mi vida. Me rio, niego con la cabeza y suspiro.

Me hice una promesa y luego me dirigí a un restaurante arrastrando mi maleta.

...

Llego a Piura con un sol inclemente para luego ir a Trujillo. Visito algunos familiares en el camino.
Ya de noche, cojo otra vez mi maleta y tomo un taxi rumbo a la otra terminal.

...

Llego a Trujillo muy de mañana, cansado, sudado y con muchas cosas en la cabeza. Paso el ultimo fin de semana allí, pero la verdad... quise regresar a Lima.

...

Aveces tengo terror de realizar viajes, pues siempre que llego a mi hogar algo pasa, y todo cambia.
Sin embargo algo tenia yo muy en claro, Tenia una promesa que cumplir y lo iba a hacer.