Mostrando entradas con la etiqueta Recuerdos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Recuerdos. Mostrar todas las entradas

miércoles, 27 de julio de 2011

Felíz no día de la madre







Es un día nublado de 1994 y me encuentro al lado de mi mamá, ella se ve tan alta, tan seria, con sus ojos astutos, vigilantes, para cuidarnos a mi y a mi hermana que va del otro lado. Estamos, creo yo, en el centro de lima caminando entre vendedores de todo tipo. Recuerdo caminamos mucho.




Recuerdo muy poco de ese día, pero fue uno de los más felices de mi vida. Me veo, luego de aquella caminata larga, recostado al lado de mi mamá y mi hermana, jugando con unos bloques de plástico, armando objetos que desafían todo tipo de geometría existente, diseñando naves espaciales que solo en mi cabeza de niño podían volar. Y luego, me quedo dormido ya a punto de anochecer.


...


Es la madrugada del día de la madre del año 2011, yo regreso algo bebido de alguna fiesta interminable. Mi mamá me abre la puerta muy silenciosamente para no despertar a los demás.


Esa misma noche, cenamos juntos. Ella siempre con sus historias y recuerdos infinitos. A veces pienso que soy malo escuchándola y me limito a perderme en mis propios pensamientos, pero trato de prestarle toda mi atención. Me vuelvo a perder. Y noto su rostro, cansado pero con ganas de seguir, aquellos ojos que dejaron de ser vigilantes hace mucho tiempo y que ahora solo se limitan a observarme, ya no la veo tan alta y eso me recuerda a aquella escena de mi infancia.


Ella sigue hablando camino a casa, eso es quizá lo que más adoro de ella, siempre tiene algo de que contar. Por un momento le presto toda la atención del mundo, pero me vuelvo a perder (es una fea manía que tengo) y no puedo evitar recordar aquella escena otra vez.


-recuerdas aquella vez que me compraste unos bloques para armar?- le digo rápidamente aprovechando una pausa que hizo para revisar su celular.


-que?- me mira extrañada, tal vez fue hace tanto tiempo que ya no lo recuerda y su rostro se torna pensativo. Me mira con esos ojos que me examinan hasta el pensamiento.


-los bloques...- le empiezo a contar. Ella mira al piso.


Al terminar de contarle aquellos pequeños recuerdos que guardo en mi mente, ella gira la cabeza hacia mi y sonríe.


-fue con mi primer sueldo. A ti te compré esos bloques y a tu hermana una muñeca- por un momento deja de sonreír y sus ojos se llenan de un vació profundo, como si su alma hubiera viajado en el tiempo al momento exacto de aquel día del 94.


-Eras muy imaginativo, siempre armando cosas- me dice, y yo siento que me reprocha el no haber sido arquitecto, una de esas tantas carreras que ella me ofrecía estudiar.


Y yo ahí, caminando a su lado, me siento decepcionado de mi mismo. El corazón se me encoje y siento un remordimiento terrible al recordarme que nunca le he dado un regalo por el día de la madre.


-...pero había olvidado que luego te dormiste a mi lado...lo había olvidado- y vuelve a mirar al piso, como lamentandose por aquello.


La abrazo y le doy un beso en la frente. Ella vuelve en si y sonríe. Pero esta sonrisa me hace sentir pequeño, me hace sentir sobre protegido como cuando era niño. Ella vuelve a hablar y hablar. Esta vez, ya no me vuelvo a perder.






domingo, 17 de abril de 2011

La despedida


-...pues supongo que esto no va más- le digo aun con algo de comida en la boca. La verdad quizá era que no quería decir esas palabras, pero al fin de al cabo las dije. Ella solo se limita a mirarme, con esa mirada que quiere decir miles de cosas pero que nunca podrá decir. Al menos ya no más.

Me limpio la boca con la servilleta y observo el plato vacío de comida - es el peor almuerzo de mi vida - pienso, y por un segundo caigo en cuenta que nada de lo que ella me dice lo logro procesar. Cojo la mochila, mis libros y despidiendome desganadamente, me levanto de la mesa rumbo al salón de clases.

El cielo fuera de la cafetería esta horrible, de un color oscuro, cachoso, perturbador. Aún así, y con muchas cosas en la cabeza, pienso - Tengo que mentalizarme y concentrarme en el examen ... el maldito examen....no no, examen, examen. Si , el examen -.

Al llegar al salón (que es de anatomía animal, en donde hay muchos cadáveres y partes de animales, con ese inolvidable olor a carne preservada que nunca podre borrar de mi mente) Me pongo frente a la pizarra en donde han colocado una mesa con muchos corazones de vacas y perros y cerdos y demás. Y yo, ahí parado, intentando recordar todo lo que había estudiado la noche anterior o al menos intentado estudiar, con el corazón contraído. Por unos segundos imagino mi propio corazón en aquella mesa. Seco y sin brillo.

Alguien entra corriendo por la puerta abriéndola de par en par. Alzo la mirada. Y por un instante logro verla, a lo lejos, ella alza la mirada también y nuestras pupilas se encuentran por fracciones de segundo. La puerta se cierra y no logro verla más, lo cual agradezco con toda mi alma.

Siento un vuelco en la cabeza, pero logro dominar mis sentimientos y me repito - el examen -.

Ese fue el día aprendí a controlar mis emociones, y también a saber las diferencias entre los corazones de una vaca y la de un caballo.

------------------------------------------------------------------------------------------

La foto le pertenece a ella, quien me la pasó cuando eramos aún enamorados y a quien le prometí algun día realizar un post utilizando esta foto.



A ti, por enseñarme mucho de lo bueno y de lo malo.

jueves, 31 de marzo de 2011

Página 28

Me considero una persona muy solitaria. Es por eso que cada que tengo la oportunidad, me encierro en un libro y cierro mi mente. Veo, a traves de la persiana, los autos pasar por la avenida. Es un día soleado en el estado de la florida.

...

Aquel día era soleado a pesar de ser invierno, con un bochorno inesperado, de esos antipáticos. Recivo la llamada de M (una vieja amiga).

Nunca pense que aquella llamada cambiaría mi forma de pensar y de como veria las cosas a partir de allí.

La espero en el paradero, donde varios micros me contaminan el oído.
...

Como no encuentro un sitio comodo (soy bien especial al momento de leer), no veo lugar mas apropiado que el piso alfombrado. Y me recuesto con pereza boca abajo.

...

M y sus dos primas me cuentan que tienen planeado visitar un alvergue infantil. Y ya durante todo el camino en el auto de una de ellas, hablamos de cosas superficiales.

...

No me concentro, el silencio me hostiga. Me ahoga, pero el libro lleva un separador en la pagina 26 desde hacia semanas.

...

Al llegar muchas de niñas nos saludan tímidas, algunas incluso nos miran con recelo desde las ventanas de sus dormitorios. Algunas, mucho mas grandes, nos saludan y sonrien al vernos.

...

Pagina 27

...

Como a las dos horas, empezamos a platicar con aquellas muchachas de todas las edades. Nos cuentan sus sueños y metas. Unas quieren ser actrices, otras cantantes, unas cuantas bailan demostrando sus dotes artísticas. Nos hacen sentir, de una manera extraña, que nosotros somos privilegiados.

...

Un dolor en la espalda me mata y punza con fuerza. Me coloco boca arriba y empiezo a ver el techo.

...

Anochéce, y nos despedímos de aquellos angeles. Nos píden que volvamos la otra semana, les prometemos volver. Pero por cosas del destino, no cumplimos esa promesa la semana siguiente.

...

El cuarto es pequeño eso si, pero el techo... El techo...

...

Las niñas, todas, nos despiden hasta la puerta. Sus sonrisas, la pureza de sus corazones y la gratitud hacia nosotros por haberles llevado unas horas de alegria, no se borran de mi mente aún hasta ahora. No logro imaginar como algun hombre deprabado pudo haberles hecho daño alguna vez.

...

Pagina 28, el techo

Siento la puerta abrirce y mi hermana dice: que haces tirado en el piso.

- el techo se ve más alto desde aquí- le digo.



Recuerden votar por mi en el concurso Del barrio a mi barrunto.

Http://mujeres-demundo.blogspot.com

Un abrazo

Ps: esta entrada es desde el ipod y ojalá y se vea y lea bien. Me lo dicen en los coments.

viernes, 18 de febrero de 2011

PUM!


Ella tal vez nunca sepa que existo. O quizás lo sabe, pero la venda en sus ojos no cae.

Aquellos ojos enormes que me encantan, que me muero por mirarlos, que es lo ultimo en lo que pensé al abordar en otro bendito avión con destino a Atlanta.


Otoño

Recuerdo el día que la vi por primera vez; fue en una reunión, ella estaba sola, sentada en un sillón entre un grupo de desconocidos mientras su novio cacarea y carcajea cual mono de circo en libertad junto a sus amigos metros más allá cerveza en mano.

Yo la veo y me fascinan sus enormes ojos - PUM!- pienso, y es que soy de los que hace ese tipo de sonidos mentales para dar énfasis a lo que pienso (?). También me encanta su bella sonrisa. Me gusta, pero nunca pude hablarle en toda la noche. Solo me limito a mirarla desde lejos, oculto entre el pasillo y la puerta del baño.

Ese fue el día en que descubrí que había olvidado como acercarme a una mujer.


Invierno

Meses después, luego de conocer cierta cantidad (pequeña cantidad) de mujeres, entendí dos cosas: Lo mio lo mio no era la diversión a ese nivel, Y que de verdad estaba cansado de buscar amor sin sentido...o seria mejor decirlo, cariño sin sentido.

No recuerdo cuando fue que la vi por segunda vez, solo recuerdo que fueron solo minutos y luego PUM!, desapareció de la mano con el prospecto de hombre que tiene por novio. Solo recuerdo eso, eso y sus hermosos ojos.


Primavera

Casi por noviembre o diciembre me pasaron una invitacion a .... el punto es que termine llendo al sur. No hubiera ido de no ser por que aquella mujer, que me había robado el corazón con su mirada, iba a ir.

Nunca llegó.

Y PUM!, la agregué al Facebook, luego.


Verano

Es raro lo que sucede en verano. Sinónimo de relajo y extensa diversión vana, Y un día hablando con ella me invita a la casa de una de sus amigas a beber algo. Le digo que veré si puedo y que en 5 minutos la llamo. La llamé en 2.

Voy

Bebemos y brindamos por cosas que no recuerdo, me pide consejos de amor y se los doy, me pide que hacer con su problematico novio. Pero yo solo me limito a guardarme los comentarios agresivos hacia él, por respeto. - no te merece- pienso decirle por un momento, pero vuelvo a callar.

Me pierdo en su voz, aquella mujer parece de otro planeta.

Muy estúpidamente caigo como "el hombre que da consejos" o dicho en otras palabras el amigo-amiga. Pero cuando me doy cuenta de eso ya es muy tarde. Ella tal vez me quiere ver asi. Y mis intentos por adrentarme en su corazón (que son pocos pues respeto el hecho de que tenga novio, un novio que dicho sea de paso es un completo patán con ella) fallan.

Nos tomamos una foto aquella noche, la cual mire por muchos minutos el día que la puso online. Me pregunté: que tendrá el que no tenga yo?

Y PUM!, ese fue el día que caí en cuenta que mi autoestima estaba por los suelos.


Dedicado a SEL, esperando que no sufras lo que yo por un amor como esos.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

El día que recuperé la fé


De niño perdí fé en lo divino (que en ese tiempo nos hacían creer en el colegio que dios era bueno y gentil), de tantas veces y que en cada navidad pedir tener a mi padre conmigo. Y por mas triste e iluso que paresco, nunca se me cumplió aquel deseo navideño. Por eso no me gusta la navidad.
En cada cumpleaños al apagar las velas, volvía a pedir lo mismo. Y nunca pasaba.

Cuando aún se podían ver estrellas en el cielo aburrido de Lima, buscaba la mas brillante de entre todas. Le pedía y rogaba con los puños cerrados lo mismo de siempre, pero nunca se cumplía.

Deje de rezar, al darme cuenta que mis plegarias no eran escuchadas.

No piso una iglesia y mucho menos escucho una misa completa desde que tenia 16 al dar mi confirmación.
Entre en una etapa en donde mi enojo por lo divino se reflejaba en el desprecio y absoluta repulsión hacia aquello que nunca me escuchó.

Y así pasaron años hasta el mes de mayo de este año. Cuando mi abuelo estaba convaleciente en una cama fría de hospital.

Recuerdo haber entrado a una capilla junto a mi madre quien siempre reza y va a misa cuando puede. Ambos nos persigamos al entrar, fue extraño volver a reencontrarme con aquella imagen en la pared, imponente.

Nos pusimos de rodillas y empezamos a rezar. Rezar es algo que uno nunca olvida, así no lo hayas hecho en mucho tiempo. Algo así como montar bicicleta.

Mi madre llora y la escucho murmurar: "no te lo lleves"

Me da pena y se me rompe el alma; junto ambas manos y pidiendo con todas mis fuerzas le digo a la imagen que nos obserba desd elo alto de un pedestal: "Yo que siempre espere algo de ti y nunca lo hiciste, ahora te pido por ultima vez esto...no te lo lleves, aun".

A los dos días mi abuelo fallece. Y cuando veo a mi madre entre lágrimas, ella me dice casi gritando: "¿Por que se lo llevo?!!!"

Yo le respondo: "Porque le gusta ponérnosla difícil"


PS: fácil y este es el ultimo post del año, disculpen si no actualizo como debiera, pero ando en otras cosas pero trato de no olvidar este espacio tan personal y tan publico a la vez. Que hayan tenido una grandiosa navidad y que el año que viene sea mucho mejor que este 2010 que se va (por fin).

Un abrazo y gracias por seguir leyendo

lunes, 13 de diciembre de 2010

8 Meses depués


Voy mirando el paisaje que se apaga por la luz de la noche, por la ventana. Al otro lado del pasillo del bus un señor gordo duerme como si no hubiera dormido nunca en su vida, lo envidio. A mi me duele un poco la espalda y tengo adormecidas las piernas, el nextel duerme apagado a mi lado durante todo el viaje.
.
Al llegar a la agencia en Lima, no recibo bienvenida alguna, mucho menos alguien que me recoja, o que me salude con la mano, incluso alguien que me diga: que tal tu viaje? . A pesar de todo y pensando en una respuesta (que tal mi viaje?, pues cansado y aburrido), salgo hacia la oscura avenida, no puedo llamar a nadie porque no tengo batería en el nextel desde hacían dos días. Así que me limito a tomar un micro que pasaba inoportunamente por la esquina.
.
El viaje a sido, a pesar del tortuoso tramo de lima a la libertad, del todo relajante e incluso llegué a sentir que había bajado de peso, lo cual es mentira. Lo que si es verdad, es que tuve tiempo para mi y así sacar de mi mente pensamientos oscuros, que días mas tarde volvería a recuperar.
.
A la mañana siguiente y supongo que por el cambio de clima (trujillo tiene un clima hermoso) amanecí con dolores de estomago y no tuve el valor de ponerme en pie durante varias horas. Recordé que tenia clases y deberes pendientes, pero todo eso parecía lejano, casi olvidado, quise teletransportarme a trujillo. Pero pensé que mis problemas no eran tan graves como parecían.
.
Ya por la tarde y revisando mi correo por primera vez desde que me fui de lima, veo un correo que me asusto, decía:
Angel!, te hemos estado llamando todo el fin de semana,
la mamá de mili falleció el sábado y ayer fue el entierro.
Me quede helado y en ese momento no hice nada mas que ponerme de pie y volver a sentarme, como si quisiera hacer algo que estaba fuera de mis posibilidades.
.
Recuerdo haber pensado en aquella tan amable señora, recuerdo cuando fuimos con amigos de la universidad a la casa de playa, recuerdo que nos atendía como a sus hijos, recuerdo sus bromas y su sonrisa. Recordé haberla mencionado en un post que escribí cuando visité su casa de playa hacen 8 meses.
.
Me di cuenta de la ironía de la vida.


Post dedicado a la mamá de Mili





PS: Si se confundieron al leer este post, pues en resumen: la mamá de una gran amiga, de quien escribí en el post anterior, falleció y fue sorprendente para todos pues la señora era demasiado buena. De esas personas que piensas que van a vivir 1000 años. Se merece el cielo.

martes, 9 de noviembre de 2010

Semana santa


Me encuentro en la casa de una amiga, que muy gentilmente nos acoge en su casa para relajarnos y pasar un buen rato entre amigos antes de empezar las clases en semana santa


Llego junto a J, una amiga de la facultad, quien me cuenta sus planes sin rumbo, su vida caótica que poco a poco va tomando sentido, su desamor, el bendito desamor. Yo me limito a escucharla y de vez en cuando me animo a darle algún consejo discreto mientras caminamos por la playa remojando nuestros pies. Observando el atardecer.


Ya en casa me sigue contando lo suyo, por un momento parece que quiere llorar pero se contiene con un coraje que admiro. Me sigue contando sus problemas pero la callo, y le cuento un poco de lo mio. Soy muy reservado en lo que digo, no cuento ni mucho ni poco, la dejo algo confundida pero supongo que ella entiende. Se asombra de las cosas buenas que me pasan. Yo, en broma, le digo que prefería llevar su vida llena de aventuras. Ella ríe. Y llegamos a la casa.


Me escucha mientras esperamos a los demás llegar, pero nadie llega y empieza a anochecer. J y yo nos quedamos dormidos en una de las camas escuchando música, ella me mira y me dice: eres una buena persona y un gran amigo.


Una hora mas tarde llegan todos los demás, con todo lo que tomaremos aquella noche noche. Con ellos llega la mamá de la anfitriona, una agradable señora que lleva un enorme vestido holgado. Me cae bien y paresco agradarle también.


La noche transcurre y la pequeña reunión se convierte en una estridente celebración de quien sabe que. Yo tomo un vaso de esto y de aquello, mezclando todo al mismo tiempo. Empezamos un juego que no tenia ni pies ni cabeza y todos terminamos heridos de risa. La madrugada da señales de vida y yo solo me quiero morir. La cabeza me da vueltas y de un momento a otro las imagenes se me hacen difusas, la gente a mi alrededor empieza a pelear pero aquella agradable señora sale al trote. La veo con su pijama.


J y todos los demás me miran, pues sin darme cuenta estoy vomitando todo mi ser. Se asustan pues doy arcadas que dan miedo. Uno de los primos de la dueña de casa me dice: - calmate angel...votalo ...todo, te sentirás ... bien-.


Y yo empiezo a contar todos mis problemas frente de todos, ellos me miran sorprendidos, especialmente J.


Fue en ese momento que quise con todas mis ganas morir, desaparecer de por vida, me sentí solo. Recuerdo haber dicho muchas veces el nombre de T, preguntarles a todos en donde estaba, preguntarles porque había hecho lo que había hecho y ellos que no tenían ni idea de que hablaba me recostaron en un mueble donde me quede dormido.


A la mañana siguiente, al despertar, pensé en T y sonreí, no pude evitar sentirme feliz pues pensé por un momento que aun teníamos algo. Pero luego recordé que ya no estaba más a mi lado y me limite a volver a dormir.



jueves, 16 de septiembre de 2010

Cosas de peluqueria


Es miércoles y siento que es un buen día para ir al peluquero.

Pero cuando entro al salón, no lo veo, no veo al que siempre se encarga de darme esos toques magicos para hacerme lucir, por lo menos, algo mas atractivo. En su lugar me topo con un personaje interesante. No recuerdo su nombre, pues se lo pregunte porque lo vi un poco tímido. Vestía un jean bien pegado, con una polera rosada, que combinaba con unas zapatillas celestes. Me dice que el que me atiende a mi esta de viaje y que el lo esta reemplazando.

Al principio sentí miedo pues nunca dejo que personas extrañas me corten el cabello mas que mi peluquero de confianza, es más siempre me a pasado que cuando me corta otra persona no me llega a convencer el resultado final.

Pero algo en el me inspiro cierta confianza, solo que se sentía una barrera en el ambiente. Una barrera invisible que se debe al aspecto de su rostro, pues a leguas se notan las operaciones en su nariz, labios, pómulos y cejas, lo que le da un aspecto extraño y casi, casi, femenino.

Así que le pregunte su nombre, el que no recuerdo, y comenzamos a hablar de ... chismes de farándula. Pues justo en el televisor estaban dando Magaly TV.

De los chismes pasamos a la moda. De la moda a cosas trágicas. De casos trágicos a Europa. De Europa a quien sabe donde pues luego ya se había roto la barrera que había y aquel peluquero se hizo mi amigo, al menos por ese momento.

Y luego de 10 minutos, pues se tomaba el tiempo para realizar su chamba, había acabado. Observo mi reflejo en el espejo y pienso que los miércoles son un buen día para ir a cortarse el cabello y también para hacer que cualquier tipo de persona se sienta a gusto y no se intimide por sentirse diferente.

Yo salgo de la peluquería (o "salón de estilos" como le dice el peluquero que me corta siempre) y el me dice: - Hasta pronto!- . -Igual!- le respondo alzándole la mano, pero se que no volveré a ver aquellas zapatillas celestes.


lunes, 6 de septiembre de 2010

Las dos estrellas


Existen en este mundo diferentes clases de personas. Y solo a algunas (la gran mayoría) les toca sufrir.

Las dos estrellas

TO es una chica que vivía feliz de la vida, no le hace daño a nadie, todo le va bien (o al menos eso pensaba ella) y de alguna manera eso la hacia sentir a pleno. La llenaba.

Pero como la vida es bien triple hijadeputa, por así decirlo, le da a el mundo de TO un giro de 180 grados y las cosas van de mal en peor.

Su vida empieza a tomar distintos rumbos, la invade la soledad y lo que algún dia la hacia respirar día a día ahora la asfixia, no la deja avanzar, la tumba y la revuelca en el suelo. Aquel ser que había dentro de ella sube a los cielos y se pierde entre las nubes.

TO no puede mas. No sabe donde esta.

Con el tiempo, comprende muchas cosas que son dificiles de comprender y aprende cosas que, si no hubiera sido por todo lo que le había pasado, nunca las hubiera aprendido. La vida de TO ya no seria la misma, pero tampoco seria igual de tormentosa.

Los amigos mas cercanos le dan la mano. Y a pesar de que TO se levanta, vuelve a caer.

Un domingo, me llama. Me cuenta todo. Llora. Y me hace llorar. Nos contamos todos. Y al final terminamos llorando los dos.

Exhaustos de tanto llanto enfurecido, que es necesario en estas situaciones, y con las orejas rojas por el auricular. Nos despedimos. Ella me agradece por escucharla y me dice lo valioso que soy como amigo. Y yo creo que ella también lo es.

Me dice que cada vez que ella esta triste mira al cielo y logra ver una estrella y eso la pone feliz, pues se da cuenta que aquel ser que una vez habitó en ella, la mira desde arriba, brillando en la eternidad.

Yo le digo que cada vez que estoy triste pienso que mi corazón es como una estrella de mar que cuando se rompe a pedazos, de un pequeño trozo nace uno nuevo y que me tiro en la cama a recordar cosas bellas.

Ella me entiende. Pero yo siento que a través del teléfono ella sonríe.


Dedicado a TO y su pequeña estrella en el cielo.

domingo, 25 de julio de 2010

1914

"1914 - 2010"
.
....Fue lo ultimo que leí en el nicho de mi abuelo, de los tantos que habían. Aquello parecía un mural en donde muchas fechas y nombres de distintas personas y de distintas épocas, habían sido escritas para ser recordadas por todos y por siempre.
.
Y ya luego en el bus de camino a casa ( y de salida del cementerio) empiezan a subir las hijas e hijos de mi abuelo, todos cansados, todos tías y tíos mios. Pero veo en ellos algo de tranquilidad en sus rostros, Como diciendo: ya acabo todo. Y eso me reconforta de cierta manera.
.
Pasan los días y empieza a salir el sol y así pasa un mes. Las anécdotas de lo sucedido van y vienen, historias lindas, momentos de tensión, momentos de alegría entre tanta tristeza. Todo eso se cuenta y más, pero ya no con una lágrima bajo la vista.
.
Hace poco fue el cumpleaños de mi abuela. Y sentí la necesidad de alegrarla en ese día, de buscarle conversación para evitar verla con la mirada perdida entre tanta mezcla de sentimientos, de evitar hablar sobre cosas feas que le recuerden las cosas feas y de hablarle de cosas bonitas que le recuerden lo bonito que es continuar, le cuento mis cosas y por algunos momentos se ríe, y con ganas, pero luego cae en sus pensamientos. Me hace olvidar lo fácil que es para mi hacerla reír.
.
Se apagan las luces y cuando es momento de soplar las velas todos cantamos. Y ella, alumbrada solo por aquella tenue luz, observa la torta.
.
-Pide un deseo- le digo rápidamente.
.
Y ella sonríe. Y sopla.
.
Y luego la oscuridad.

-----------------------------------------------------------------------------------------
No sabia con que foto acompañar este post, pues no tengo muchas, pero si tengo este video sobre lo bonito que es vivir. Espero que si alguien esta pasando por una situacion igual o parecida, estos ultimos post le ayuden y sobre todo a enseñar a ser felices.

martes, 29 de junio de 2010

La casa de mis abuelos


Están los buses estacionados en fila, todos desde hacia mas de 8 minutos y yo voy viendo por la ventana el inmenso verdor de las chacras con la mirada perdida. Hasta que de pronto veo un gato correr por entre los arbustos. Y me despierto del mundo.

Mi padre cabecea hacia delante a mi lado, cansado tal vez.

Una tía a lo lejos nos dice con las manos que bajemos del bus. Y le agradezco pues sale el sol y empieza a bochornar dentro. Bajamos todos, junto a otros familiares que no conozco, y el brillo del sol nos impacta en el rostro.

Había olvidado el frescor del aire de campo, el sonido de los pajaros, el movimiento de los árboles y a penas salir del bus no pude evitar respirar hondo y profundo. De reojo veo a mis padres y mi hermana hacer lo mismo y se me hace extraño ese momento pues de todos los días de mi vida hasta ahora, esa tarde es de las pocas en la que estamos los cuatro juntos. Luego caminamos por el sendero de arena hacia la casa de mis abuelos.

Logramos entrar a duras penas pues hay mucha gente en la casa, gente en los jardines y en la sala, gente en la entrada y en el patio trasero, gente en la cocina y en todas partes. Y es en ese momento, viendo a los niños correr y jugar por todos lados, donde tengo un flashback y me veo a mi mismo jugando, riendo, corriendo, en aquella casa. No puedo evitar repasar todos esos lugares que me traen aroma fresco a niñez.

Es en ese momento cuando veo aquel banco de madera. Aquel banco de madera donde solía sentarce mi abuelo en aquellas tardes de verano.

De pronto capto la mirada de unos familiares que se encontraban sentados en ese mismo lugar y desvío la mirada a otro lado.

Mi padres y mi hermana entran a la sala a duras penas, yo solo veo de lejos a mi abuela llorando mares frente al ataúd de mi abuelo.
Continuará...


domingo, 20 de junio de 2010

El avionista


Es una noche muy fría, con el cielo despejado y las estrellas de guia. Solo la luz del auto alumbra las calles haciendo sombras extrañas al pasar por los árboles. Miro por la ventana aquel vecindario, en el que desde hace algunos días estoy habitando, y no puedo evitar sentirme como un personaje mas de "los años maravillosos".

Mi padre, que va manejando, rompe el silencio y dice: " Sabes como me llamaba mi abuelo?"- "Como?"- le contesto.

-El decía que tenia un nieto avionista- dice con una sonrisa en el rostro y mirando fijamente el camino de enfrente.

-jajaja que buen nombre de cariño- le digo.

Y justo en ese momento. A lo lejos. En el cielo lleno de estrellas, veo las luces de un avión. Y me siento orgulloso que mi papá sea técnico de aviación.


martes, 4 de mayo de 2010

Las señoras I


Sigo andando por el aeropuerto y por esos azares del destino no logro ubicar la aerolínea a la que tengo que llegar cuanto antes, pues el vuelo en el que venia de Lima se había retrasado.

Es entonces, después de caminar durante casi 15 minutos, cuando creo que es hora de pedir ayuda. Me encuentro con una señora anciana, lleva el uniforme con los colores del aeropuerto muy bien arreglado y una corbata muy bien sujetada, con un montón de papeles en los brazos y de lentes de media luna lo cual me daba una confianza terriblemente reconfortante.

Le hablo en español al mismo tiempo que leo el nombre, de esta amable anciana, en la identificación que llevaba colgada del cuello, pero el cual lamentablemente no puedo recordar. Me sorprende la calma con la que me habla y en cierto modo,me hace sentir muy a gusto y eso que llevaba un hambre boraz. De esas que te ponen de mal humor.

Pero tanta calma y paciencia (sobre todo esto ultimo) me empezaba a encrispar los vellos del brazo y ya una vena en la frente empezaba a palpitar cual locomotora Pero 10 minutos después de revolver el montón de papeles, que incómodamente aun traía bajo el brazo, logra ubicar mi vuelo y no duda ni titubea al momento de indicarme la dirección correcta hacia donde tenia que ir yo.

-No hay pierde- dice con voz dulce.

Le agradezco, pero siento en mi corazón un aprecio indescriptible el cual no logro expresar, casi la hubiera podido abrazar entre aquel tumulto de gente que iba y venia. Pero me limito a sonreirle. Aquella señora no me devuelve la sonrisa, pero sus ojos brillan y dice: mucha suerte muchacho. Al mismo tiempo que alza los brazos al aire y se aleja a ayudar a otra persona (perdida) en aquel enorme aeropuerto de Miami.



Epilogo

Muchas historias se cuentan sobre la verdad del sueño americano. Una de ellas es la de la primera vez en el aeropuerto de Miami en tu viaje a los estados unidos, pues este aeropuerto es en su mayoría la primera escala de casi todos los viajeros inmigrantes. Cabe destacar que mucha gente se frustra muy rápido al perderse en el aeropuerto y es por eso que mucha gente como esta amable señora (la cual aun no recuerdo su nombre) esta dispuesta ayudar y a desear suerte (en los estados unidos) a aquellos que se lo pidan.


jueves, 25 de febrero de 2010

En la Veterinaria


Es la primera vez que trabajo.

...mejor dicho, haciendo practicas. Que es casi lo mismo.

...en realidad no es lo mismo. Creo que es como un castigo. Es algo que me enseñará la clásica (y cliché) lección de la vida: Para ganar algo, tienes que sudarla. Claro que en mi caso no iba a ganar nada.

También es mi primer día en la veterinaria, y esa madrugada no logro dormir bien. Voy en coaster, lleno de gente, yo con camisa, en verano. Es un infierno.

Pero ya al entrar mi opinión cambia. Van dos horas desde mi llegada y siento que eh salvado muchas vidas. Tengo 4 perros en tratamiento a mi mando y yo, solo yo, soy el responsable de su salud. Mi deber, como practicante, consiste en velar por ellos, ponerles las vacunas a la hora exacta, limpiar sus jaulas, hablarles de vez en cuando para animarlos y sobre todo tener satisfechos al los dueños.

De vez en cuando entro a la sala de consultas, donde el Doctor me marea con sus diagnósticos. A veces aparento ponerle atención, pero me distraigo viéndole los ojos a los cachorros que pasan a consulta y patalean sobre la mesa de aluminio.

Mas tarde ese mismo día el Doctor entra a la sala de cuidados, donde estaba yo. Trae un cachorro entre las manos. - Está mal- me dice - muy mal- vuelve a repetir.

Lo pongo sobre unos papeles periódicos dentro de una jaula. El Doctor se acerca a mi con una jeringa en la mano. Tiene dentro un liquido transparente.

- Bien ahora, ponle esto en la vía con mucho cuidado y muy despacio si?- me dice y yo acepto contento con aquella misión tan importante que me han encomendado.

El Doctor se va y yo observo al cachorro, tiene los ojos abiertos, están opacos y por un momento pienso que está muerto. Me acerco mas y con un dedo le toco los pequeños bigotes, el perro reacciona, mueve peresosamente la cabeza y parpadea.

Sonrio, y meto la aguja de la jeringa en la vía, que va unida a la vena del cachorro.

Siguiendo los pasos que me dijo el Doctor, introduzco el liquido lentamente al cachorro.

Sonrió por que se que luego se pondrá bien y tendré esa satisfacción, en ese momento entiendo de que va todo esto de ser Veterinario, no importa que no me paguen, lo que importa es que luego tendré cosas que contar, anécdotas y mucha experiencia. Vuelvo a sonreír.

Pero noto algo extraño, Ya han pasado mas de 5 minutos y el cachorro sigue inmóvil con los ojos abiertos. Lo observo detenidamente por unos segundos, sus ojos parecen vacíos.

En eso entra el Doctor y me asusto un poco, pero se que es mejor decírselo.

- Doctor, creoqueelcachorrosemurio - le digo rápidamente.

-como?- pregunta.

-creo que el cachorro se murió- le vuelvo a decir.

Y lo mira, y yo lo miro también. Esta muerto. El Doctor ve mi cara de confusión y dice:

- Ah, no te dije...lo que le pusiste era la inyección letal-


Me quedo frió al escuchar aquellas palabras y mientras el doctor explica que sus dueños decidieron sacrificarlo yo divago.

PS: no se si todos lo veran asi, pero algunas letras del post me salen en "codigos" o algo asi y no se si les pasa lo mismo a todos, espero que no.
Esta historia la vivi hacen ya 3 años.

miércoles, 3 de febrero de 2010

De aburrido

Estoy en el supermercado con mi hermana dando vueltas por los estantes, hasta que llegamos al área de juegos de mesa y mi hermana propone comprar algo para divertirnos en las aburridas tardes de verano.


Compramos dos rompe cabezas, uno es de bob esponja y es de piezas grandes, el otro es de un paisaje, consta de 1000 piezas pequeñas.The world's smallest puzzle reza al reverso de la pequeña caja de metal.


Al llegar a la casa solo logro armar el de bob esponja pues el otro tiene muchas piezas pequeñas y resulta un tanto difícil armarlo, así que lo dejo.

...

Hace unos días andaba medio aburrido, hasta que recordé aquella caja de metal que había dejado sobre unos libros desde que llegue a Lima, así que lo abrí y volví a ver aquellas diminutas piezas y pensé: no creo que sea tan difícil.



3 días después y luego de haber invertido más 5 horas de mi tiempo durante cada día lo logré.



PS: el sábado me voy de nuevo a los estados unidos, así que....me voy a hacer las maletas.

jueves, 21 de enero de 2010

Los dias sin luz


-Recuerdas esos días cuando se iba la luz- me dice mi madre mientras se mira al espejo iluminada solo por una tenue luz.

-si- le respondo, mirando contrariado la vela que arde inútilmente sobre la cómoda.

Y es en ese momento que recuerdo aquellos días estudiando a la luz de las velas. Tal vez por eso tengo tan mala visión, quizá por eso nunca aprendí a escribir bien o a tener buena ortografía, todo da igual pues es lo único que logro recordar y en cierta forma me entristece.

Miro al techo. Intento ponerme de pie pero el dolor de espalda (bendito dolor) me lo impide. Pierdo las esperanzas de volverme a levantar. Pienso que debí hacer ejercicio mas seguido y que no debí haber estado de haragán todos estos días y si no lo hubiera hecho, no hubiera amanecido con un dolor lumbar tan fuerte que me esta durando ya 5 días (mañana, quizá, 6).

Mi madre se va al gimnasio y a duras penas logro levantarme (lo cual creí imposible). La luz aun no vuelve y siento que moriré de aburrimiento solo, que me encontraran tirado en el piso inexpresivo, con los ojos abiertos y con la boca cerrada, y dirán: Murió de aburrimiento. Pero no es así.

Cojo la linterna y salgo del cuarto echando una mirada culposa a la vela cuya mecha tintinea como diciendome lo peligrosa e inesperada que puede ser. Veo mi reflejo fantasmal en la ventana de la cocina, no tengo buen aspecto. Pero como por arte de magia la luz vuelve. Soy feliz.

Siento al mismo tiempo, encenderse la radio, el televisor y las lamparas. Siento un ruido extraño, es un ruido mudo, no se escucha pero sientes que esta a tu alrededor, te molesta, como un bochorno de verano, o como el frio cortante de invierno. Y pienso: Esto no pasaba cuando teníamos velas y vivíamos en los 90's.




PS: Este post pues no llega a ningún lado según yo, pero si ustedes le encuentran significado, no duden en decírmelo.
También quiero decirles que tengo un dolor de espalda que me esta matando, lo ultimo que recuerdo es haber estado sentado chueco frente a la laptop.

lunes, 11 de enero de 2010

Historia inédita


Hubo un tiempo en el que me fui a paracas con la gente de la universidad un poco antes del terrible sismo que asotó aquella ciudad.

Nos quedamos en la casa de playa, que estaba en plena bahía de san andres frente al mar, de K una chica un poco extraña pero de buen carácter que nos ofreció quedarnos allí a nosotros y a los profesores que nos acompañaban.

Da la casualidad que aquella casa le pertenecía al reconocido ( y bien caleta) biólogo marino Robert Clarke. Un, ya anciano, biólogo ingles que dedico toda su vida al estudio de las ballenas y que cuando llegó al Perú quedó enamorado de este país y de una peruana que lo conoció cuando esta hacia su tesis aun.

Una noche en la que no lograba consolidar el sueño me, encontraba mirando por la ventana que había en el techo. En la cama contigua se encontraba C (un compañero de la facultad) , a quien envidiaba esa admirable capacidad de lograr dormir sin importarle el calor y el silencio absoluto e incomodo que había en aquella habitación.

De pronto en medio de toda esa oscuridad veo una luz parpadeante al lado de la cama de C, era se celular que seguramente estaba recibiendo una llamada importante (por la hora).

Decidí cerrar los ojos y omitir aquella luz que ya llevaba bastante tiempo parpadeando, pero no lo logre. Y la luz estuvo parpandeando casi media hora, C seguía dormido y yo maldecia a la persona que se le ocurría llamar a esa hora. Hasta que caí dormido en aquella oscuridad total, mirando la ventana e hipnotizado por la luz parpadeante.

...

A la mañana siguiente fuimos de campamento a una playa que no recuerdo el nombre, pero que de mi mente no la puedo sacar hasta ahora. El agua muy clara, la arena cálida y una brisa fresca.

Estaba por meterme al agua cuando de pronto J (una compañera de la facultad) grita mi nombre y me llama con la mano desde la carpa pidiendome ayuda para armarla. Junto con C, que somos los hombres mas grandes (y jóvenes) del grupo, armamos una de las carpas mas grandes en donde dormiremos todos juntos esa misma noche.

Cae la tarde y C decide bañarse en la playa, yo estoy sentado en la fogata junto a todos los demás, cuando J lo llama y lo hace quedarse en la fogata. De repente noto algo extraño en J, nos habla de cualquier cosa con tal de tener a todos los del grupo juntos. Algo extraño le pasa pues no se ha metido al agua, ella y ninguna de las chicas.

Ya mas tarde esa misma noche y estando todos los del grupo ( menos K, pues ella tenia su propia carpa) dentro de la tienda, J nos dice que nos va a contar algo.

Se trata de un sueño. J parece estar tranquila, pero en su voz se escucha algo de temor.

Nos cuenta que la noche anterior había tenido un extrañisimo sueño en el que de la nada, mientras ella dormía, se le habían presentado muchas personas.


- estaban vestidas como si fueran de otra época- nos dijo, mientras nosotros la mirábamos con incredulidad.

También contó que una de esas figuras se le acerco y le susurro al odio, le dijo: Ten cuidado con el agua.

- De pronto todas esas figuras me gritaban los mismo- dijo J mientras ya no sabíamos si creerle o no. - hasta que al final se callaron y la figura me volvió a decir....-.

J baja la cara y vuelve a hablar.

- Me dijo que tengamos cuidado con ... ella- termina J.

-¿quien ella?- dice C.

- Ella pues, la esposa del biólogo- dice tajante.

- ¿y como lo sabes?- pregunto yo.


- No lo se, solo sentí que fue de ella a quien se refirió - dice mirándonos - Pero luego no se iban aquellas figuras, se quedaban allí mirando y trababa de hablar peor no podía. Así que marque el celular de C pero no contestaba...-

- Hasta que yo prendí la luz - dijo M, una de las chicas que estaba dentro de la carpa - estaba temblando y nos quedamos toda la noche hablando. Es por eso que no nos metimos al agua y no dejamos que ustedes también entraran- termina de decir M y todos nos miramos.

...

Esa noche en la carpa todos en sus respectivas bolsas de dormir logran dormir, menos yo, pues muero de frio y tengo extrañas pesadillas.

PS: Después de esos días nunca supe mas de K y de sus abuelos. Luego paso lo del sismo y la bahia de san andres quedo destruida. K dejó la universidad al dia siguiente de lo ocurrido segun me contaron.




martes, 29 de diciembre de 2009

El antagonista insaciable



La vida es un blanco y negro. Un día y una noche. Un ying y yang. Una contra para todo. Paradojicamente es algo necesario (supongo).

El recuerdo del primer antagonista en mi vida data de cuando yo era un niño, en la escuela primaria.

Volvamos al pasado y recuerden conmigo ese terrible (pero ahora gracioso) momento en el que conocí a mi peor enemigo.

.

El antagonista insaciable

.

P es un chiquillo mucho mas alto que yo, con mucho mas músculo que yo, con mucha mas plata que yo, se diría que tiene a la familia perfecta ya que sus padres siempre van juntos a las reuniones del colegio, lo recogen y es el único, si el único, que no lleva lonchera si no mas bien le dan dinero y se compra todos los dulces que le alcanzan en el quiosco del colegio.

Con mucho miedo entro al salón por primera vez, es mi primer día en el 1er año de primaria y todos miran escrupulosos a aquel menudo niño-nuevo-bien peinado-con pinta de nerd que acaba de entrar. Y yo pienso que el comienzo no será fácil.
.
Y no lo fue, pues llegó el recreo y me encontraba en medio del patio con mi lonchera llena de comida sana y un yogurt. Mientras todos los demás juegan veo como se acercan a mi P y C (otro de los chicos del salón que al igual que P , es mucho mas alto que yo). Les doy una sonrisa amigable pero me empiezan a molestar.
.
Dicen que psicológicamente el cerebro borra los recuerdos molestos del pasado, aquellos que no quieres recordar por toda tu vida.

Así que no recuerdo como ni por que, pero lo siguiente que se, es que me encontraba llorando sentado por que P y C, extrañamente, me habían quitado un zapato y se encontraban jugando al fútbol con el, como si de una pelota se tratase.

Un par de alumnas de años superiores se compadecieron de mi y les dieron una paliza a P y C, que eran mucho mas bajos que aquellos alumnas. Obtuve mi zapato.
.
Pasa el tiempo y logro congeniar con todos en el salón, me convierto en el típico muchacho con el que todos se llevan bien. Pero P siempre se muestra irritable.

Un día lo logro enfrentar, pero sigue siendo mas fuerte que yo y termino en el piso.

A pesar de haber tenido varias oportunidades, nunca fui agredido físicamente, ya que todas las veces que P logró acorralarme nunca llegue a casa sangrando o con algún moretón, lo cual es admirable.
...

En clase, a pesar de ser el mas aplicado, P gastaba bromas a los profesores los cuales no creían que aquel niño había sido el causante de las bromas mas pesadas y por eso C siempre pagaba las facturas.

Así pasaron 5 largos años y un día, ya, ya no me molestó más.
P es el único que no va al viaje de promoción a cuzco. Sus papás se separaron (según me cuenta mi madre), ya no era de los primeros puestos y por razones que desconosco nunca mas lo vi después del día de la graduación.
.
Extrañamente, casi siempre me acuerdo de él cuando veo un zapato de colegio y me cago de risa.

domingo, 20 de diciembre de 2009

El dia del aniversario


Es viernes, un día que amaneció nublado pero que luego nos sorprendió con algo de sol. Recojo a T de la universidad y juntos caminamos un rato hasta que me doy cuenta que el sol me está jugando una mala pasada y ya estoy empezando a sudar. Tomamos un taxi y ya sentados T me coge de la mano y me sonríe.

Amo su sonrisa y compruebo que ya es definitivo, estoy sudando y no precisamente por el sol. T tiene esa gran facilidad de ponerme nervioso en circunstancias extrañas, con ella no sé cómo será el minuto siguiente y es esa extraña forma de aventura inesperada lo que me enloquece.

Llegamos a larco mar, el sol se va y yo dejo de sudar. Decidimos ir a comer a un restaurant e inconscientemente pienso: esto me va a salir algo caro.

Una rubia nos atiende en la puerta y nos lleva hacia una mesa con vista al mar. Me siento muy impresionado por el lugar, por un momento incluso alguien importante. Cojo el asiento y T sonríe al notar que lo estoy acomodando para que ella se siente.

Ordenamos una ensalada cesar junto con dos cuartos de pollo con papas. T no deja de sonreír y, como siempre, empieza a contarme sus cosas. Eso es lo que más me gusta de ella, siempre tiene algo que decir en el momento preciso, y yo solo me limito a escucharla atentamente.

Llega la comida y me doy cuenta que moriré de sed, así que ordeno una jarra de refresco. –Por el precio debe ser una gran jarra- pienso, pero grande es mi sorpresa al ver una pequeña jarrara que queda vacía al verter su contenido en ambos vasos.

T me observa con extrañeza, sabe que soy muy “aguatero” y muy amablemente me ofrece su vaso de chicha al ver que yo ya me tome el mío. La amé.

Seguimos hablando de cosas que no recuerdo pues me pierdo entre sus ojos, sus labios y los cálculos mentales que hago para sacar la cuenta final de todo lo consumido. Trato de no parecer un tonto pero logro hacerlo sin mucho esfuerzo.

No pasa mucho tiempo hasta que traen la cuenta. Saco la billetera y pago la cuenta. T me observa y se da cuenta que estoy consternado, así que coge el papel y pone cara de asombro.

Salimos de la mano, escoltados por la recepcionista rubia, que quizá hubiera esperado que le deje propina. Y yo sonrío por haber pasado tan agradable velada con T quien coge su cámara digital y propone tomarnos una foto. Yo acepto a regañadientes, pues me da algo de roche tomarme fotos en lugares llenos de gente, pero igual esboso una sonrisa de alegria.

Nos vamos de lugar caminando por los adoquines de piedra al mismo tiempo que arrugo el recibo y lo tiro a la basura.


jueves, 10 de diciembre de 2009

El brichero


Paso tambaleando por el pasillo del avión con dificultad por la cantidad de gente, julio esta por acabar pero en lima no hace frió, sino todo lo contrario. Pero el aire acondicionado me juega una mala pasada y empiezo a sentir frió.

Buscando mi asiento (que esta en la cola del avión) cruzo la mirada con los ojos azules de una rubia.

La rubia del avión


Me dice en español (con un marcado acento anglosajón) si esta ocupando mi asiento, le digo que si a la vez que el aire acondicionado aumenta, provocandome un escalofrío. Ella se levanta y yo ocupo mi lugar al lado de la ventana.

En eso llega un compatriota y toma lugar en el ultimo asiento al lado del pasillo.

Ahora somos 3 en la fila, yo a la ventana, la rubia en medio y el hombre aquel al lado del pasillo. El avión despega y yo miro con nostalgia el cielo oscuro por la ventanilla observando como las luces se hacen mas pequeñas.

Voy pensando en cosas que me hagan olvidar el miedo que me da viajar en avión, eso en parte se lo debo a las películas de atentados terroristas o esa en donde aparecen un montón de serpientes matando a todos en el avión, cuando oigo a la rubia murmurar algo.

Está hablando con el hombre que se sentó en el asiento al lado del pasillo, no puedo evitar escuchar lo que dicen.Hablan de la vida, de sus vidas en lima y de lo que harán de ellas en los estados unidos (y de lo que no harán tambien). Ambos ríen y hablan, hablan y ríen y yo sigo mirando por la ventanilla las nubes del atlántico norte. La rubia me pide prestado mi lapicero y yo me quedo dormido al poco rato.

Ya como a las 7 am el avión aterriza, me dirijo al área donde salen las maletas justo para encontrarme con la rubia y al compatriota aquel, riéndose. Me da un poco de vergüenza así que logro guardar distancia. Cojo mi maleta y me dirijo a la sala de espera (tenia otro vuelo que tomar). Y justo cuando empezaba a relajarme, los veo venir. La rubia me mira, mete la mano a uno de sus bolsillos y saca el lapicero que le preste en el avión.

Cojo mi lapicero, me agradece y juntos desaparecen por el umbral del caluroso Miami.