lunes, 24 de noviembre de 2008

Carta del Hombre de los codos sucios



Recuerdo que de niño nunca me gustaba ensuciarme demasiado al jugar, puede que aya sido por eso que nunca fui tan espontáneo como hubiera querido mi madre que lo sea, pero aun así siempre fui cuidadoso.

Un día me di cuenta que a pesar de que tratara de no llenarme de polvo al jugar en el piso (solía poner una almohada para sentarme) siempre tenia los codos sucios.

Y así fui creciendo, con los codos sucios. Mi madre me recomendó usar cremas hidratantes, pero ella nunca atina en su diagnostico. Así que le hice caso (contra todo pronostico) y use esas cremas.

Descubrí que a la larga el color oscuro de mis codos iban desapareciendo pero, sin embargo aun seguían con aquel aspecto oscuro que tenían. Habían perdido ese aspecto cochino que tenían, pero aun quedaban aquellas manchas en ambos codos.

Y, no se en que momento deje de usar esas cremas, algunas de ellas eran a base de grasa y el brazo me lo dejaba todo brillante, como pulido por una aspiradora. O tal vez me los deje de untar porque simplemente no veía resultado alguno.

Ahora tengo 20 y admito que si mis codos tienen aspecto sucio no es porque no me aya bañado, mucho menos porque me puse a jugar en el piso cual niño de 4 años. Así soy simplemente y ando feliz por la vida.


ps: De vez en cuando me aplico esas cremas hidratantes, solo por si pasa algo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario