jueves, 13 de septiembre de 2012

Camino interminable

Subo al bus y me doy con la sorpresa de que para mi mala suerte, me toca sentarme al lado de un tipo gordo que no paró de roncar durante todo el viaje.

Como no puedo dormir, trato de interesarme en la pelicula que andan pasando detro del bus.

Sin éxito, me intereso en el paisaje nocturno detrás de la ventana.

La luz de luna baña de un lugubre brillo los pequeños árboles costeros. Muy cerca de la carretera se encuentra el mar, el cual tintinea timidamente siguiendo el compáz de los ronquidos del tipo gordo.

De alguna otra forma logro consiliar sueño. Cierro los ojos y al hacerlo aparecen a mi imagenes de cosas que habia vivido hace poco, casi como un tormento.

Los abro.

Al hacerloe doy cuenta de que las luces estan encendidas y el bus detenido. Una terramosa (la única) nos avisa que debemos bajar. Habiamos llegado a la frontera.

Eran casi las 2 o 3 AM.

Todos los pasajeros bajamos, unos un poco asustados por el aspectodel lugar. Y pues, a decir verdad, Aduanas de nuestro país es una habitación pequeña con las paredes sucias dentro de un edificio abandonado. No hay baños ni nada. Solo los lugareños asomandoce a intentar vender galletas o refrescos.

Yo vuelvo al bus una vez registrado mi pasaporte. Vuelvo a intentardormir, me saco las botas y me cubro como puedo.

Soñé con alguien. No diré quien, pero quiza fué porque hasta hace unas horas habia vuelto a ver su rostro en unas fotos.

Para cuando desperte no habian pasado ni 15 minutos y los ronquidos del tipo gordo terminaban por torturarme otra vez.

Hice de todo, me moví fuertemente, tosia varias veces, pero ni aún asi pude hacer que despierte.

Lo mire de reojo unos segundos y me pregunté a mi mismo: ¿ Por qué tu si puedes dormir? ¿Acaso no tienes poblemas?

Lo deje en paz, y me limité a ponerme los audifonos sin darle play a la musica.

Todo el camino desde alli fue tranquilo. Hasta que claro, nos volvieron a bajar para hacer el chequeo de documentos ya en ecuador.

Dicho sea de paso, fue todo un poco mas rápido y más ordenado. Envidiable.

Para cuando subimos al bus ya eran más de las 6. Y para cuando empezamos a ver otra cosa que no sean cultivos de platanos (es decir ya llegando a la ciudad) eran como las 10:30.

Me bajé lo más rápido que pude de ese bus.

Al bajar, senti algo en el corazón. Me senti lejos de todas mis dolencias. Respire bien hondo y fui en busca de mi pesada maleta.

Al acercarme, el tipo gordo ya estaba llevando la suya. Al pasar por su lado asienta con la cabeza dado una pequeña sonrisa. Le devuelvo el saludo con la cabeza sin sonreir.

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