sábado, 30 de agosto de 2008

Ensayo sobre la ceguera ... y algo mas


Tenia unos 50 y tantos años. Tenia lentes oscuros. Usaba una casa jean desgastada. Y nos hablaba que de niño sus padres lo abandonaron en una terminal terrestre en lima, se hizo amigo de unos niños de la calle que lo llevaron a vivir con ellos y de grande, nadie sabe como, termino estudiando en bellas artes.

De pronto se puso a cantar en quechua, nadie le entendía pero no cantaba tan bien que digamos. Pasado un rato dejo de cantar.

Se cayó de cabeza jugando fútbol un día nos dijo. Mostró un carnet, cetificando que había estudiado en bellas artes (de hacen 30 años) y su carnet de invidente.



(...)



Pensé.

¿y si algún día me pasa a mi?. Cerré los ojos por 5 segundos y lo vi todo oscuro, salvo por algunas pequeñas lucecitas que se prendían y apagaban en esa oscuridad infinita. Luego en el centro de esa negrura vi una especie de luz.

¿así lo verán todo ellos? - pensé-. Abrí los ojos.

(...)

Mire al hombre, el cual ya se disponía a pasar estrepitosamente por el angosto sendero de la coaster en la que viajábamos alrededor de 30 personas, pidiendo una colaboración.

Una señora abrió su monedero y creo yo que por alguna de esas habilidades que tienen los invidentes al desarrollar otros sentidos al estar ciegos, este hombre casi como si lo hubiera visto como yo, giro hacia la señora y se quedo ahí. Esperando su limosna.

Creo que se dio cuenta de lo que mis ojos habían visto y por alguna extraña y sobrenatural razón, me quedo "mirando" a través de esos lentes oscuros.

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