sábado, 9 de agosto de 2008

... estas muerto

Ese día, era mi día

Cerré la puerta casi al instante y le puse el seguro. Puse las manos sobre las piernas y me mire al espejo. Pude observar mi cara pálida como un fantasma, un fantasma en este mundo. Junte las pupilas y lo vi todo de nuevo.

Si hubiera sido un día común y corriente hubiera entrado mirando al piso, sujetando la mochila con una mano y la otra metida en el pantalón. Pero ese día no era un día común y corriente, era el día de mi victoria, mi momento, el día en el que yo seria quien reiría al final y todos sabrían quien soy en verdad.

Los vi y los mire, los mire y me miraron, pero esta vez no desvíe la mirada, esta vez los quede mirando a los ojos. Uno de ellos me empujo bruscamente y caí al piso. Se rieron. Me levante y sin apartar la mirada me fui. Tal vez ellos lo sintieron, pero  ese día también era diferente para ellos.

Vi varias personas y todos mi ignoraban como siempre. No les hice caso y seguí con mi rumbo, unos ni se percataban que estaba caminando y pasaban corriendo por mi costado empujándome. Me limite a observarles la nuca mientras iban corriendo, no sabían tal vez que ese día era mi día.

Había pasado de largo el baño así que me di media vuelta y al hacerlo sentir el metal frío chocar con mi piel a la altura de la cintura. Entre y me mire al espejo, me  fije que no hubiera nadie. Me moje la cara y sentí que el agua fría se volvía cálida en mis manos. Volví a mirarme y estire un poco el polo para que no se notara el arma.

Salí mirando hacia los lados. Sentí miedo, pero tal como vino, se fue y seguí con mi rumbo. Camine y vi dos figuras acercarse a mi. Les dije que no entraran a clase, que se fueran, que hoy era mi día. Se miraron y se alejaron en dirección contraria, luego no los vi más.

Entre al salón y un imbécil me puso el pie, caí de cara pero me levante mirándole a los ojos. Me devolvió la mirada casi extrañado y no dijo nada. Tal vez sintió miedo. Todos reían. Tome asiento incrustándome el mango del arma en las costillas, me recline hacia un costado y saque de la mochila una hoja al momento que entraba el profesor.

Dijo que teníamos examen al día siguiente, que de esa nota dependería el promedio final. El final. Dedico el rato explicando cosas sin sentido sobre una materia sin sentido. Me miro desde su pupitre y me llamo. Todos callaron.

No acudí a su llamado, quería ver que pasaba y como reaccionaria. Se puso de pie y sin romper la conexión de miradas que teníamos se acerco hacia mi. Me quito la hoja y la observo. Luego, me miro y comenzó a regañarme. Algunos voltearon y reían en silencio. Pronto podrán reír en silencio porque ya nadie los escuchara jamás.

Yo solo calle y hable en silencio para mí.

Entre a la cafetería con una mano sujetando la mochila y con otra la bandeja. Y la vi, pero ella no me miro. Ella fue la única a quien no quede mirando fijamente. Me senté en una mesa casi cerca del tumulto de personas.

Observe desde lejos en un rincón la mesa en la que solía sentarme. Me sentí feliz y uno de los que formaban el tumulto me insultó. Todos reían. Casi sin pensarlo mastique el ultimo pedazo de carne que tenia y lo saboreé. Saque el arma y le dispare. Ya nadie reía y degustaba el sabor de la carne en mi boca.

Hubo alguien que grito, aun cuando nadie sabía lo que había pasado. Nadie lo ayudo, lo dejaron ahí tirado. Y todos salieron corriendo alejándose de mi atmósfera como si yo fuera una enfermedad. Salí corriendo con ellos.

Vi al que me empujo en la entrada y le apunte a la cabeza. Cayó al piso como un trapo. Dos de sus amigos se escondieron en el baño de mujeres. Una profesora salía del aula de maestros con confusión en el rostro. Bang! Y también cayó al suelo como un objeto inservible. Así me sentí la vez que me llamo bueno para nada.

La mayoría ya había salido, pero hubo algunos que en el alboroto se metieron al aula. A mi aula. Logre entrar y cuatro personas voltearon y me miraron, yo las mire con calidez y con cuatro disparos les quite la vida para siempre. Dos de ellos tal vez no podrán jugar futbol nunca más. Uno de ellos ya no me molestara jamás. El otro ya no será novio de ella. Los cuatro ya no se reirán de mí jamás.

Vi por la ventana un ruido policial  y salí del salón. Un grupo de mujeres venían hacia mí y al verme se dieron media vuelta. Las conocía. Como también conocía sus burlas y rechazos. Dispare tres veces. La primera impactó en la espalda de una. La segunda dio en el hombro de otra  y la tercera reboto en la pared y dio en el corazón a la última. vi. como el cuerpo de ella caía despacio. Sentí el estomago dar vueltas.

La que tenía el hombro sangrante cayó recostada en la pared y fijo sus ojos en mí. La mire e hizo el ademán de querer decirme algo. Salí corriendo.

Corrí por el lago pasillo dejando caer la mochila. Me escabullí por la puerta trasera y vi un bote de basura. Tire el arma dentro y continúe mi camino. Ya no había nadie. Ya nadie reía.

Llegue a la calle y me dirigí en dirección hacia mi casa. Al llegar mi madre me quedo mirando alucinada por mi llegada tan repentina. Mi padre que iba al trabajo me propino un golpe por no haber limpiado mi  habitación. No tuvo ni idea que había llegado antes de lo debido. No tiene ni idea de lo que me pasa.

Subí a mi cuarto y cerré la puerta casi al instante aun escuchando los gritos de mi padre. Me senté y vi. Mi reflejo en el espejo. Era feliz.





Post inspirado en la famosa obra de teatro que retrata la soledad y el maltrato psicológico, a modo de afección a la mayoría de jóvenes en nuestra sociedad : "Bang Bang you're dead" para mas info visiten: http://www.bangbangyouredead.com/

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