domingo, 24 de agosto de 2008

Sabado 9 : 45


Estaba medio sonñoliento medio despierto. La noche anterior me desperte segun recuerdo, por lo menos cuatro veces durante la madrugada. No pude dormir muy bien gracias a ella.

En el cielo se dibujaban algunos rayos de sol y me felicite a mi mismo por decidir ir con algo fresco a estudiar y por correr el riesgo también ya que aun el cielo tenia ese aspecto gris y turbio. Estaba mirando por la ventana los autos que pasaban a toda velocidad como si estuvieran apurados - todos lo estamos - me dije cuando derrepente una señora se sienta a mi lado.

Era una señora de masomenos 60 años levaba una chompa gruesa color jade sobre otra chompa color rojo, una trenza larga y traía un paquete relativamente grande. También llevaba de la mano un niño que venia comiendo pasas de una bolsa.

El medio sueño se me paso y es que la señora tubo la conchudes de acaparar casi todo el asiento. Solo me limite a acurrucarme junto a la ventana, el niño que venia con ella se apollaba en la rodilla de esta señora acaparadora y se dispuso a engullir las pasas que traía en una bolsa. también se apollaba con un disimulo inocente en mi rodilla.

Me di cuenta que traía las manos sucias, pero aun así comía con muchas ganas. - ojala yo tuviera algo que comer - pensé, ya que no había tomado desayuno al salir con tanta prisa. Casi peligrosamente rosaba sus manos pegajosas cerca de mi jean ,me dispuse a hacerme el incomodo arreglandome el polo pero la señora ni se inmuto, ni siquiera cuando tuve que sacar mi billetera del bolsillo trasero para pagar pasaje. Que conchudes.

Me sentí como claustrofobico y no es la primera vez que me pasa, tener esa sensación de querer salir lo mas rápido posible de la combi. Claustrofobia con algo de bochorno porque todas las ventanas estaban cerradas.

Estaba distraido evitando que el infante me rosara con sus manos el jean cuando la combi freno estrepitosamente. Alguien de los asientos traseros grito: "imbécil maneja bien", el cobrador , limitado por el espacio solo atino a maldecir entre dientes. El chofer ahora miraba por el espejo retrovisor tratando de ubicar al dichoso personaje que se atrevió a insultarle.
El chofer traía una camisa celeste, aunque tenia aspecto de volverse azul, una gorra verde y el cabello largo y grasoso.

Habrán subido unas 5 personas mas, casi como por arte de magia en la combi seguían entrando mas y mas personas, unos al trabajo otros a estudiar -como yo- otros a quien sabe donde. Todos en un mismo vehículo. a casi 80 kilometros por hora (creo que fue a esa velocidad ) estábamos ya por la Javier prado y para en un paradero.

- 3, 4, 4, va! -

- dale' dale!!!! -

Siempre e tenido la curiosidad de saber que es lo que quieren decir esos personajes pero no tuve tiempo de razonar una posible hipótesis ya que estrepitosamente el infante puso su mano en mi jean al intentar ver por la ventana. Casi como una reacción impulsiva me sobresalte y la señora conchuda entendió mi expresión y le sujeto las manos al infante y me miro casi con desprecio, solo me limite a seguir mirando las rayas de la pista pasar deprisa ... hasta que se detuvieron.


Me baje y agradecí aun estar vivo.
agradecimientos especiales:
A ella que no me dejo dormir durante la noche con su perturbadora presencia sublime en mi mente,
y a los ineptos señores del congreso de la república que no subieron la tarifa de medio pasaje.

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